De las comunicaciones internas y la igualdad de género
Según una cifra del PNUD*, 257 años tardaremos como sociedad en lograr que las mujeres tengan las mismas oportunidades económicas que los hombres en todo el mundo.
Escucha el podcast de esta editorial aquí:
Y es que contemplar este número, justo a finales del mes de la celebración del Día de la Mujer y del Hombre en Colombia, es clave porque pone en el radar uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), dichos objetivos “… fueron adoptados por las Naciones Unidas en 2015 como un llamado universal a la acción para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que para el 2030 todas las personas disfruten de paz y prosperidad”.
Igualdad de género
Es el quinto ODS y busca poner fin a todas las formas de discriminación contra las mujeres y niñas porque no solo es un derecho humano básico, sino que es crucial para el desarrollo sostenible. Ya que está demostrado que empoderar a las mujeres y niñas tiene un efecto multiplicador y ayuda a promover el crecimiento económico y el desarrollo a nivel mundial.
¿En dónde crece ese desarrollo sostenible?
En el interior de las empresas, de corporaciones que deben incentivar esta igualdad, no únicamente felicitando en su día a las mujeres y a los hombres, sino asumiendo un rol mucho más activo, tomándose en serio su papel como agentes de cambio, creando comunicaciones transversales y no mediáticas, ejecutando prácticas coherentes en toda su cadena productiva para promover talentos que le sumen a la organización.
Afortunadamente, cada día vemos que más empresas están asumiendo este trabajo en serio y ponen en marcha planes, políticas, protocolos de acción contra el acoso y la intimidación y envían comunicaciones que claramente están a favor de la equidad laboral.
Sin embargo, estas buenas prácticas las vemos y trabajamos en grandes corporaciones, pero qué pasa con las empresas pequeñas, qué pasa con los locales comerciales, esos que mueven más del 85 % de la economía en nuestro país. ¿Queda el tema en el olvido o como algo de moda “que pasará”? Seguramente. Pues sencillamente, es un asunto poco prioritario y alejado de sus “necesidades” o urgencias inmediatas.
Es para ellos y para todos lo que quieran ayudar a cerrar esta brecha de desigualdad, que traigo estas pautas cotidianas y fáciles para que encamines tus esfuerzos a que el mundo sea mucho más equitativo con nuestras madres, hijas, esposas, hermanas, tías, amigas y colegas.
Incentiva el liderazgo femenino en tus espacios de trabajo:
- Resalta las competencias, responsabilidades y éxitos de las mujeres.
Evita exponer roles de género:
- Todos por igual podemos hacer cualquier actividad doméstica e intelectual, así que ningún rol está reservado para un género en particular.
Nombra los cargos en femenino:
- Diseñadora, Jefa, Vicepresidenta, Presidenta, entre otros.
- Usa imágenes equilibradas, no sexistas, aplica para ambos géneros.
Sensibiliza a tus equipos de trabajo en temas de género:
- Proporciona información actualizada y objetiva.
Claramente, estas prácticas deben buscar formas de facilitar la comunicación vertical, horizontal y entre empleados. Generar momentos de reflexión y de conciencia sobre la desigualdad evidente en espacios domésticos y laborales. Elige medios y canales que lleguen a todo tu equipo de trabajo y que empiecen a calar en la transformación de la cultura corporativa.
¿En dónde está la clave?
En tomar acción, en entender que las voces que claman por igualdad son quienes ponen el “dedo en la llaga” sobre temas que son tabú o que están tan naturalizados en nuestra cultura que no le prestamos la suficiente atención.
Si bien las mujeres han perdido durante toda su historia, quienes al final nos estamos perdiendo de todo lo excelente que podemos alcanzar como especie somos todos. Como lo dijo Ban Ki-moon, ex secretario de la ONU: «La igualdad hacia la mujer es progreso para todos».